Más allá del comentario habitual de que los mamíferos adultos no beben leche y por eso nosotros no debemos hacerlo, queremos contaros algunas revelaciones (necesarias) acerca de la leche de vaca. Es una fuente de calcio (aunque hay muchas otras incluso de origen vegetal), contiene proteínas de alto valor y otros nutrientes (vitaminas, ácidos grasos, etc.) que pueden ser beneficiosos para el organismo. Sin embargo, el consumo de leche de vaca podría tener efectos negativos, como indican artículos publicados en el American Journal of Epidemiology y otros prestigiosos medios, que relacionan el consumo de leche y lácteos con algunos tipos de alergias, procesos tumorales y otras enfermedades.
- Por su rico contenido en proteínas animales y fósforo, favorece la acidez metabólica. Según algunos estudios realizados por especialistas, la leche de vaca disminuye el pH de la sangre (haciéndolo ácido). Esto puede originar la pérdida de calcio desde los huesos hacia el torrente sanguíneo, lo cual se asocia con la aparición de piedras y cálculos renales
- Como consecuencia de los antibióticos, hormonas, o analgésicos suministrados a las vacas para mejorar su rendimiento, el consumo de leche de vaca y lácteos parece estar ligado a diversos trastornos del sistema reproductor de la mujer. Entre ellos, espasmos menstruales, flujos excesivamente abundantes, quistes ováricos, secreciones e infecciones vaginales
- Los lácteos, además de tener lactosa (carbohidrato que produce mucha intolerancia o alergia) contiene caseína (proteína) que es incluso más dañina que la lactosa para nuestro organismo. Ésta se descompone en sustancias (las casomorfinas) en el propio tubo digestivo, lo que puede provocar posibles efectos negativos sobre la estabilidad emocional
- En adultos, un gran número de personas experimenta mejoras en el funcionamiento digestivo y tránsito intestinal al reducir o eliminar el consumo de lácteos. Incluso se pueda perder peso y mejorar la digestión al estar evitando la inflamación e intoxicación involuntaria del organismo
- La leche de vaca incrementa los niveles en sangre de IGF-1, una hormona similar en estructura molecular a la insulina que se asocia con la aparición de células tumorales bajo determinadas circunstancias
- Diversos estudios, como los realizados por el doctor Daniel Cramer (Universidad de Harvard), indican que un alto consumo de leche de vaca parece está asociado a una mayor tasa de cáncer de próstata, mama y de ovarios
Conclusiones
Estas y otras evidencias clínicas hacen pensar que la reducción o eliminación de la leche de vaca, así como de otros lácteos de la dieta, puede ser más beneficioso que dañino, especialmente para personas con problemas relacionados con la digestión, el tránsito intestinal o el sistema inmunológico.
En vez de leche de vaca, pásate a las bebidas de origen vegetal como la de soja (solo para mujeres, los hombres deberían evitarla), la de avena, la leche de quinoa, de arroz o la de almendra, que además te harán experimentar con nuevos sabores deliciosos. Si puedes dejarlo todo pero no hay manera de que dejes el café con leche, opta por la leche biológica