Dietas sin gluten, dietas sin lácteos

Post.23_lacteos

[Aquí puedes ver la intervención de Silvia Candamil en Informativos Tele 5 hablando al respecto de este asunto]

Comer alimentos sin gluten o sin lácteos está muy de moda ya que hay muchas dietas que lo recomiendan para perder peso. Pero ¿qué verdad hay por detrás de estas modas? ¿Cuándo o quién debería eliminar o reducir alimentos con gluten o los lácteos?. Hay unos breves principios fundamentales que me gustaría explicar para entender mis sugerencias:

  • Los lácteos, además de tener lactosa (carbohidrato que produce mucha intolerancia o alergia) contiene caseína (proteína) que es incluso más dañina que la lactosa para nuestro organismo. Por otro lado, el gluten (proteína) se encuentra en los granos de trigo, centeno y cebada.
  • Estas sustancias (gluten, caseína y lactosa) pueden originar muchos problemas en nuestro cuerpo. Pueden llegar a provocar respuestas autoinmunes e incluso copiar el funcionamiento de las endorfinas (las hormonas que nos hacen sentir felices, ¡de ahí que sean tan adictivas!) y así jugar con nuestro humor y comportamiento. Los mecanismos que desarrollan estos desajustes están relacionados con el fallo de un encima que las desarma, lo que hace que no puedan extraer los nutrientes de ellas. Esto significa que estas sustancias, presentes en los lácteos y el gluten, se pasean por nuestro organismo sin ser totalmente digeridas, creando una reacción de ataque en nuestro sistema al confundirlas con cuerpos extraños, y pudiendo desencadenar una serie de procesos degenerativos a largo plazo. Además, pueden interferir en la absorción del resto de los alimentos y sus nutrientes, y causar inflamación en los intestinos e incluso en el resto del cuerpo si se hace crónica (pudiendo desembocar en eccema, artrosis o en la enfermedad de Crohn).
  • Si le añadimos que los alimentos con gluten (trigo, centeno y cebada) y los lácteos (leche, queso, yogurt) están muy alterados desde su origen, que se encuentran expuestos a químicos y toxinas para favorecer su venta masiva, resulta que estamos comiendo productos altamente alejados de su estado natural. Uno de los efectos secundarios de todo este «avance» es que terminan produciéndonos intolerancias o alergias, entre los menores de los problemas.
  • Es por lo anterior por lo que, cuando dejamos de tomar comidas con gluten y lácteos, se pueda perder peso y mejoramos nuestra digestión, al estar evitando la inflamación e intoxicación involuntaria del organismo.

Post.23_GlutenAun así, yo soy más partidaria de no eliminar los alimentos con gluten, a no ser que se sepa o se crea que se tenga una intolerancia o alergia a los mismos (como es el caso de los celiacos). Particularmente, yo aconsejaría evitar el trigo, que es el carbohidrato más consumido (pan, pastas, pizza, bollería, galletas, …) y el que suele producir más posibles daños, sustituyéndolo por una variada gama de granos como la espelta, la avena, la quinoa o el trigo sarraceno. Y, por supuesto, no os olvidéis de comer arroz integral. Lo importante es variar todos los días para que el cuerpo no se sature y se revele contra nosotros a través de una intolerancia. Además, si no piensas dejar el trigo, intenta en la medida de lo posible comerlo de origen biológico.

Con los lácteos, si se quiere uno desintoxicar y mejorar la salud de por vida, directamente ¡elimínalos de tu vida!. Especialmente los alimentos que vienen de la vaca, ya que los de oveja o cabra tienen mejor tolerancia y están por lo general menos manipulados que los de vaca. En vez de leche de vaca, pásate a las bebidas de origen vegetal como la de soja (solo para mujeres, los hombres deberían evitarla), la de avena, la leche de quinoa, de arroz o la de almendra, que están exquisitas con los cereales e incluso en el té. Si puedes dejarlo todo pero no hay manera de que dejes el café con leche, pues opta por la leche biológica para al menos no te intoxiques con los antibióticos, hormonas, o analgésicos que pueda contener (suministrados a las vacas para mejorar su rendimiento).

Fundamental: disfruta de una dieta variada, escucha las señales que te manda el cuerpo y ¡sé feliz!


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