Todos hemos utilizado alguna vez la expresión ‘esa persona tiene magnetismo’. Es cierto que hace alusión a la capacidad (fundamentalmente, a la actitud) que poseen algunos para atraer a los demás, y que en muchas ocasiones se relaciona con el carisma. Pero más allá del campo del comportamiento, de la interacción social, el magnetismo es un fenómeno físico presente en todos los seres vivos, por el cual los objetos (vivos o inertes) ejercen fuerzas de atracción o repulsión sobre otros materiales.

 ¿Qué es el Biomagnetismo?

Dentro de nuestro planeta, cualquier forma de vida y su desarrollo está inseparablemente ligada a las radiaciones magnéticas y todos los organismos vivos son afectados, para bien o para mal, por este fenómeno. El cuerpo humano es una máquina electromagnética cuya fuente energética principal se origina en el magnetismo terrestre, aunque ésta no es la única vía: el oxígeno, los alimentos, la propia actividad celular, la actividad física y mental, el fluido de los líquidos y los factores bioquímicos constituyen una producción constante de lo que se denomina  energía biomagnética.

Por todo ello, resulta comprensible que la aparición o eliminación de muchos desequilibrios de salud tengan como causa o consecuencia cambios en el potencial biomagnético del organismo. Muchos han sido los investigadores que han centrado sus estudios en ello, hasta formular teorías como el Síndrome de deficiencia de campos magnéticos u otras, generalmente fundamentadas en los efectos de apantallamiento que la mayoría de nuestro entorno urbanizado crea sobre las líneas del campo magnético terrestre (de manera similar a lo que les ocurre a las ondas de radio cuando pasan por debajo de un puente). Estos síndromes pueden ser combatidos si se garantiza un mayor contacto con la naturaleza, en ambientes abiertos y alejados de edificaciones, equipos y tendidos eléctricos. Caminar descalzos con frecuencia por el césped o la hierba es una costumbre muy recomendable para todos los que vivimos en grandes ciudades.

Pero, como decía Einstein ‘allí donde está el problema está la solución’. No consiste en que ahora migremos todos de manera masiva hacia zonas desurbanizadas y exentas de avances tecnológicos; podemos emplear los esfuerzos de muchos afanados investigadores para contrarrestar aquello que nos desequilibra.

¿Qué es el Par Biomagnético?

El uso de imanes dentro de las disciplinas que persiguen la salud se remonta a la Edad Media, cuando se le atribuían a la magnetita (o ‘piedra imán’, mineral de hierro que debe su nombre de la ciudad griega de Magnesia) ciertas virtudes vigorizantes y fortificadoras para detener los procesos de gota, envejecimiento y las hemorragias. Durante los últimos 50 años, investigadores de Estados Unidos, Rusia, Japón, Inglaterra y Francia han realizado extensos estudios sobre la naturaleza y alcance del campo magnético, así como sus efectos sobre los seres vivos. Y así llegamos hasta finales del siglo XX, momento en el que se acuña el concepto de Par Biomagnético: sistema desarrollado por el doctor Isaac Goiz Durán a partir de 1988.

El par biomagnético es un sistema por el cual se equilibran alteraciones del pH: cuando nuestro cuerpo tiene el pH equilibrado, no puede vivir en él ningún microorganismo patógeno (bacterias, virus, hongos, parásitos) y es el mismo cuerpo el que los elimina de manera natural, reestableciéndose la salud.

El Dr. Isaac Goiz descubrió que en nuestro organismo se alojan esos microorganismos, en unos determinados puntos y órganos (siempre en los mismos) y que cada uno de ellos son los responsables de las mismas patologías. Descubrió y clasificó todos esos puntos y encontró los que hacen resonancia entre ellos. Cada desequilibrio tiene su correspondiente par y sus microbios: verificó que en el entorno ácido se acumulan los virus y los hongos mientras en el entorno alcalino se encuentran las bacterias y parásitos.

La corrección se consigue utilizando imanes pasivos (no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas) de una determinada potencia. Se sitúan en puntos específicos del cuerpo donde se encuentra la alteración del pH. Estos puntos los determina el especialista mediante un testaje biomagnético (Kinesiología) de todo el organismo. Lo imanes crean una corriente magnética que empuja las cargas entre sí hasta anularse, regulando y neutralizando el PH.

Constituye un sistema naturalista y reforzador de las potencialidades biológicas del ser humano pues persigue principalmente reforzar la capacidad autocurativa del organismo. Es, además, un método preventivo porque puede detectar y abordar aún antes de la manifestación de los síntomas.

Ayuda al organismo a recuperar su bienestar de un modo natural: al ser un procedimiento externo, de orden físico y natural, no tiene efectos secundarios, no puede hacer ningún daño y es compatible con cualquier otro método.

 ¿Qué desequilibrios aborda el Par Biomagnético?

Malestares comunes como la rigidez en los hombros, espalda y cuello, dolores en el pecho, jaquecas, pesadez en la cabeza, insomnio y cansancio general. Además, permite aliviar y mejorar procesos de asma, artritis, reumatismo, hipertensión arterial, fatiga mental, ansiedad, falta de libido, menopausia, etc. Trabaja sobre problemas de piel, gastrointestinales, resfriados, hepatitis, diabetes, disfunciones renales, etc. Realmente, no hay ningún desequilibrio de salud que no pueda abordarse con esta técnica, incluso los más complejos.

Conforme van avanzando los estudios, se detecta que tal vez los resultados más importantes estén en el campo de la prevención; los principales efectos de los campos magnéticos, que les permiten ser usados de manera inocua, son los efectos bioestimulantes, analgésicos y antiinflamatorios.

En principio, es una técnica apta para todas las personas. En algunos supuestos, como en personas que han recibido tratamiento médico con corticoides y fármacos muy agresivos, se hará una valoración anterior por parte del profesional y se determinarán las pautas. No es viable para personas con marcapasos.

Esta técnica es totalmente inofensiva, indolora y compatible con cualquier tratamiento médico.