Por Nerea Roldán. Fisioterapeuta y Osteópata especializada en Salud para la mujer
La maternidad es una experiencia vital incomparable. Desde todo punto de vista, la mujer se transforma:
Socialmente. Concebir un hijo suele ser un hecho de gran impacto en la vida de la embarazada y su entorno. Las implicaciones recaen sobre sus rutinas y hábitos, sus relaciones afectivas y de amistad, su desarrollo profesional y laboral, etc. La llegada de un nuevo ser desencadena un reajuste de patrones, a veces incluso antes de que el embarazo se produzca e inevitablemente después del alumbramiento.
Emocionalmente. Durante la gestación, se ponen en marcha complejos procesos hormonales que afectan a la práctica totalidad del organismo de la mujer. Estas hormonas (hCG, estriol, progesterona, …) recorren su torrente sanguíneo y alteran su estado habitual, incidiendo especialmente en su estado de ánimo. Pero no desaparece totalmente tras dar a luz; hasta transcurridas semanas o incluso meses, el funcionamiento y secreción de hormonas no vuelve al estado previo a la concepción.
Físicamente. Se producen alteraciones a nivel hormonal, pero también a nivel respiratorio, digestivo, circulatorio, renal, óseo y nervioso. Aumenta el peso de la mujer y el volumen de las mamas. A medida que el feto y el útero aumentan de tamaño, los órganos internos se desplazan ligeramente de su posición. Simultáneamente, se producen cambios posturales del esqueleto, que se adapta al embarazo y se prepara para el parto. Una vez ha nacido el bebé, todo el conjunto debe readaptarse y volver a un estado óptimo.
A partir de aquí vamos a centrarnos en el plano más físico del proceso, que inevitablemente tendrá repercusión beneficiosa en el resto de aspectos. Hablaremos de cómo conocer nuestro cuerpo, reducir las molestias físicas, participar de un embarazo sano, adoptar conductas posturales saludables, recuperar nuestro bienestar tras el alumbramiento e incluso sentirnos mejor que antes 😉
DURANTE EL EMBARAZO
Es importante que la mujer pueda disfrutar de su embarazo con naturalidad y que su cuerpo vaya adaptándose sin dolor a los cambios que se van produciendo en él. El bebé va creciendo poco a poco y todas las estructuras que le dan cabida y sus zonas cercanas van sufriendo modificaciones y se recolocan para dejarle espacio. Gracias a la actividad hormonal, los tejidos se vuelven mucho más elásticos; articulaciones, músculos, ligamentos y demás se estiran y aumentan su movilidad.
Es en todos estos cambios fisiológicos cuando puede aparecer dolor en cualquiera de estas estructuras musculo-esqueléticas y ocasionar las típicas dolencias de la embarazada como ciática (dolor, debilidad, u hormigueo por la compresión del nervio ciático), coxalgia (dolor en la coxis), dolor de espalda, etc.
Es fundamental una buena condición física durante los 9 meses para prevenir este tipo de molestias y también evitar las disfunciones de suelo pélvico, como la incontinencia urinaria.
De cara al momento tan esperado, el parto, la pelvis debe mantenerse flexible, sin dolor y sin bloqueo articular (el bebé debe tener el camino fácil para ir descendiendo). El suelo pélvico y toda la musculatura implicada deben mantenerse con un buen tono y elasticidad. La mujer debe tener los conocimientos necesarios que la lleven a poder tener una implicación activa en el parto para ayudar a su bebé a nacer y conseguir una actitud positiva y segura.
Desde los talleres para el embarazo ofrecemos aprendizaje sobre:
- Preparación de la pelvis, liberación de todas sus articulaciones, ligamentos y músculos
- Tonificación y elasticidad de suelo pélvico
- Programa de ejercicios para flexibilizar la pelvis, el suelo pélvico, tonificar la musculatura implicada y el resto del cuerpo
- Aprendizaje de las posturas que facilitan la dilatación y el expulsivo. Cómo parir en movimiento y con seguridad, conociendo el cuerpo y el mecanismo del parto y con actitud segura ante él
- Higiene postural en la embarazada
POST-PARTO
De cara al postparto es muy importante que la mujer se recupere cuanto antes a nivel físico, estético y sexual. Es una etapa en la vida de ésta muy exigente y en la que necesita una buena condición física. Durante los 6 primeros meses es más fácil la recuperación ya que el cuerpo sigue bajo las influencias hormonales y todas sus estructuras (músculos, articulaciones, ligamentos, …) responden mejor. Es óptimo hacer una planificación para la recuperación cuanto antes y actuar de forma preventiva y/o terapéutica.
Nuestro programa de recuperación postparto está específicamente preparado para:
- La recuperación estética, física y sexual de la mujer durante el primer año después de dar a luz
- Ayudar a que la mujer recupere la figura, el tono abdominal, la libido, la sensibilidad genital y el tono de su suelo pélvico. Con ese fin, se incorporan conocimientos sobre:
- Ejercicios de suelo pélvico
- Gimnasia abdominal hipopresiva
- El uso de bolas chinas y otros dispositivos que ayudan a la recuperación
- Automasaje para cicatrices y vientre
- Buenos hábitos alimenticios y posturales: cómo coger y llevar al bebé, miccionar, defecar, coger pesos
Ser madre es toda una aventura para la que debes cuidarte como mujer